La salud sexual y reproductiva es un estado de bienestar físico, mental y social en el que una persona tiene todas las condiciones para ejercer una vida sexual libre de riesgos de embarazos no deseados, con la autonomía para decidir si se quiere o no procrear.
También tiene que ver con la disponibilidad de métodos, técnicas y servicios para tener una vida sexual y reproductiva que evite o resuelva los problemas relacionados con la salud. Es un derecho de todos los ciudadanos del mundo, y se relaciona con que las parejas o individuos puedan decidir libremente el número de hijos y el intervalo de estos, de ejercer acciones relacionadas con la reproducción sin sufrir violencia ni discriminación y de acceder a la planificación familiar y prevención o tratamiento de infecciones de transmisión sexual (ITS) o de enfermedades de transmisión sexual (ETS)
La Organización Mundial de la Salud (OMS) definió los derechos sexuales así:
Cada ciudadano del mundo tiene derecho a estos sin impotar las condiciones de sexo, género, edad, clase, orientación sexual, raza o etnia.
Abuso de derechos sexuales y reproductivos
Existen distintas formas de violencia sexual o abuso de derechos sexuales y reproductivos. Es importante conocerlos para entender que la vulneración no solo se límita a lo físico sino también a los psicológico, estos son algunos tipos de agresiones:
El abuso sexual: definido como una actividad sexual sin el consentimiento de una de las partes, es una agresión que involucra manipulaciones emocionales o amenazas.
Los actos sexuales abusivos: vulneran a las víctimas mediante contacto físico forzado o manoseos.
El embarazo forzoso: vulnera el derecho de las mujeres a decidir libremente sobre sus cuerpos.
Obstrucción del uso de métodos anticonceptivos: cuando una de las personas que conforman la pareja se niegan a utilizar métodos anticonceptivos se está atentando contra el derecho de decidir sobre cuantos hijos tener.
La violencia sexual verbal: es una forma de atentar contra la integridad de las personas, expresiones machistas y sexistas vulneran el libre desarrollo de las personas.
¿Qué se debe hacer?
El abuso sexual constituye un delito y todas las víctimas tiene derecho a denunciarlo. Las instituciones estatales en las que se puede realizar la denuncia son: fiscalías (de manera verbal o escrita), estaciones de policía y Comisarías de Familia. Cuando el abuso está relacionado con personas menores de 12 años se pueden hacer en el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).
Medicina Legal (establece las pruebas para confirmar la agresión) y la Defensoría del Pueblo y las Personerías Municipales (dan asesoría gratuita para defender Derechos Humanos), son instituciones involucradas en el proceso.
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