La lactancia materna es un proceso natural en el que una madre alimenta a su bebé recién nacido para brindarle los nutrientes para su sano crecimiento físico y cognitivo. También es el vínculo afectivo más fuerte entre una madre y su hijo.
Todas las mujeres están en capacidad de amamantar a sus bebés, solo requieren de información, apoyo y una excelente disposición para hacerlo. Muchas historias se tejen alrededor de la lactancia materna y terminan creando confusión y falsas creencias.
Los siguientes son algunos mitos y realidades sobre esta práctica natural, considerada por muchos un ritual sagrado entre madre e hijo.
Mito: No todas las mujeres producen leche de buena calidad y cantidad.
Realidad: La leche humana es la leche apropiada para los bebés y dispensa los componentes necesarios para el adecuado desarrollo humano. Todas las mujeres están en capacidad de producirla si se les dispensa una adecuada asesoría en la técnica, si hay empoderamiento de su capacidad de amamantar y si cuentan con un adecuado apoyo en su entorno y una alimentación apropiada.
Mito: Las mujeres con senos pequeños no pueden amamantar.
Realidad: El tamaño de los senos no influye en la lactancia. El tejido glandular que produce la leche es casi del mismo tamaño en todas las mujeres, se requiere una adecuada técnica de succión, a libre demanda para garantizar la producción de leche que requieren los bebés. A los recién nacidos se les debe garantizar el inicio del amamantamiento dentro de la primera hora después del nacimiento.
Mito: La leche de fórmula es de mayor alimento para el bebé.
Realidad: La leche de fórmula tiene como materia prima la leche de vaca y otros componentes añadidos. Esto hace que no sea la más adecuada para el recién nacido humano porque cada especie mamífera en la naturaleza produce la leche específica para las necesidades de su cría. La leche humana es la leche idónea en componentes nutricionales, inmunológicos, celulares y hormonales, entre otros, que garantizan el desarrollo y bienestar humano.
Mito: Hay alimentos que disminuyen la producción de leche.
Realidad: Ningún alimento aumenta o disminuye la producción de leche en las mujeres, se garantiza la adecuada producción siempre que exista una buena técnica y un apoyo de la familia y sociedad para resolver problemas que puedan presentarse. La adecuada alimentación y descanso de las mujeres lactantes asegura su propio bienestar.
Mito: Tomar leche aumentará la producción de leche materna.
Realidad: Durante el proceso de amamantamiento se requiere aumentar la ingesta de líquidos porque la madre usa sus reservas de agua corporal para la producción de su leche. Tendrá sed si la ingesta no es apropiada, con agua como líquido base es suficiente para mantenerse hidratada. La producción de leche se garantiza con una succión frecuente y eficaz de las mamas maternas.
Mito: Amamantar al bebé es doloroso para la madre.
Realidad: Amamantar al bebé es doloroso para la madre cuando no se ha recibido una buena asesoría del agarre que debe tener el bebé de la areola y pezón de la mama materna. El proceso de amamantamiento debe ser una vivencia de goce y placer, tanto para la madre que brinda el alimento y afecto a su hijo, como para éste que obtiene el bienestar físico y emocional de la leche y del afecto de su madre. Si tiene dolor, busque asesoría inmediata para eliminarlo. Las posturas adecuadas para amamantar también pueden evitar los dolores y tensiones en la región de la espalda de las mujeres.
Mito: Si la madre está enferma no puede lactar.
Realidad: La mayoría de enfermedades comunes en las mujeres no contraindica la lactancia. Si tiene gripa o diarrea, mantenga el lavado de manos o uso de tapabocas como acciones principales para evitar contagiar a otras personas. La producción de defensas en el cuerpo de la madre cuando está padeciendo una enfermedad infecciosa hace que estos componentes sean transferidos a su propia leche y garantice menor riesgo para la enfermedad en su bebé. Hay contraindicaciones absolutas para amamantar cuando la madre ingiere drogas para el cáncer. La mayoría de los medicamentos que toman las mujeres cuando tienen una enfermedad crónica o aguda no representan un riesgo para el bebé.
Mito: Hay lugares adecuados para amamantar a los bebés. Esta debería ser una práctica privada.
Realidad: Todas las mujeres en periodo de lactancia tienen el derecho de amamantar a sus hijos. Nadie puede discriminar o juzgar a las madres que alimentan a sus bebés.
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