Siete comunidades de la ruralidad de Mitú fueron para Sinergias un gran ejemplo para aproximarse a la forma en que las mujeres cuidan sus embarazos, partos y puerperios en las húmedas selvas de Vaupés. 48 mujeres indígenas de 13 comunidades participaron en la investigación.
El departamento, que solo cuenta con tres puntos de atención en salud inscritos en el Ministerio de Salud, tiene una de las tasas más altas de mortalidad materna: 175 madres mueren por cada 100 mil niños nacidos vivos, lo cual triplica la tasa nacional, que es de 59. Muchas mujeres residen en áreas dispersas lo cual dificulta el acceso a los controles prenatales: en la zona es común que las mujeres indígenas no accedan ni a un solo control prenatal, a pesar de que la ley lo exija. El reto es adecuar los servicios de salud, para que sean amigables y acordes con el contexto y disminuir las múltiples barreras de acceso que enfrenta esta población.
Sinergias, que trabaja en diferentes campos de la salud, entre éstos la adecuación sociocultural y técnica de los programas de salud pública para comunidades indígenas, bajo un enfoque de respeto y equidad mutua, hizo una investigación cualitativa para comprender el sentido que guardan estas etapas para las mujeres de la región. En la investigación participaron mujeres entre 13 y 80 años, quienes dieron a Sinergias algunas claves e insumos para comprender el significado y los cuidados de estas etapas para estas comunidades. Algunos de los hallazgos más significativos incluyen:
Cuidados durante el embarazo
Complicaciones frecuentes en esta etapa: enfermedades derivadas de la “animosidad” de las personas (maldiciones, envidias), traumas y caídas al cargar leña, yuca, y agua, y violencia intrafamiliar que en ocasiones lleva a la pérdida del bebé.
Pocas gestantes acuden al hospital a controles, pues no ven su relevancia si no hay alteraciones evidentes. Previo al parto acuden a los médicos y sabedores tradicionales.
Cuidados en el parto
El parto puede ocurrir en el domicilio o peri-domicilio. Se debe acondicionar una hamaca u hojas de platanillo en el suelo y se reza este sitio con tabaco o carayurú, como medida preventiva para el recién nacido. Este es un momento muy íntimo en el que las mujeres están solas, con la madre, o la suegra. Los niños no deben acercarse, porque puede ocasionar complicaciones a la madre.
Se acelera el proceso del parto caminando, rayando yuca, y tomando bebidas curadas por el payé.
Posparto y recién nacido
El bebé se deja en una hamaca y una vez llora se inicia la lactancia materna. Se realizan rezos de protección con tabaco y/o carayurú para evitar infecciones.
Durante el primer baño en el río o la primera visita a la chagra se realiza una preparación especial con humo de breo quemado para indicarle el camino al bebé y alejar “espíritus” que provocan alteraciones psicomotoras o retrasos en su desarrollo.
En la investigación también “se evidenciaron importantes brechas en el conocimiento de estas mujeres, principalmente en la identificación de signos de alarma relacionados con riesgos en el embarazo", dice Pablo Montoya, investigador y director de la organización.
Comprender el significado que las comunidades indígenas le dan a los procesos del embarazo, parto y posparto brinda insumos a los prestadores de servicios de salud para que adecuen sus servicios de acuerdo al contexto sociocultural de las poblaciones que atienden.
“La OMS recomienda articular los diferentes sistemas médicos tradicionales con el sistema de salud a fin de reducir la mortalidad, morbilidad y discapacidad en poblaciones vulnerables. Esta recomendación solo puede surtir efecto si se parte de un principio de equidad y respeto mutuo a las diferentes culturas, a fin de acercar las diferencias”, agrega Montoya.
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